Revista científica, arbitrada e indizada, bajo la modalidad electrónica.
Recibido: 29/10/2020
Aceptado: 5/11/2020
Administración financiera como disciplina en organizaciones empresariales
Financial administration as a discipline in business organizations
Norberto J. Mejía C.
Florida Global University
Doral-Estados Unidos
dr.norbertomejia@gmail.com
La presenta investigación tuvo como objetivo principal analizar la administración financiera como disciplina en organizaciones empresariales. Teóricamente se sustentó con autores en el área de administración financiera, tales como: Robles (2012), Gitman y Zutter (2012), Olsina (2009), entre otros. Metodológicamente, la investigación fue de tipo descriptiva, con un diseño no experimental, transeccional descriptiva y de campo. La población estuvo conformada por 18 unidades informantes adscritos al departamento de gerencia financiera de las empresas. Para la recolección de datos se utilizó un cuestionario conformado por cincuenta y cuatro (54) preguntas de escala tipo Likert, el cual fue validado por cinco (5) expertos y la confiabilidad determinada por el coeficiente Alpha de Cronbach con un valor de 0,86. En relación a los resultados obtenidos, se estableció que la variable administración financiera posee un nivel de muy alto cumplimiento en el baremo determinado. Los resultados generados de las dimensiones que conforman la variable administración financiera establecen que las empresas aplican una serie de acciones, las cuales están enfocadas en alcanzar un propósito financiero específico, optimizando los recursos financieros para el logro de los objetivos de la organización con mayor eficiencia y rentabilidad.
Palabras Clave: Administración, Finanzas, Organizaciones, Empresas.
The main objective of this research was to analyze financial administration as a discipline in business organizations. Theoretically, it was supported by authors in the area of financial administration, such as: Robles (2012), Gitman and Zutter (2012), Olsina (2009), among others. Methodologically, the research was descriptive, with a non-experimental, descriptive, and field design. The population consisted of 18 reporting units attached to the financial management department of the companies. For the data collection, a questionnaire consisting of fifty-four (54) Likert-scale questions was used, which was validated by five (5) experts and the reliability determined by Cronbach's Alpha coefficient with a value of 0.86 . In relation to the results obtained, it was established that the financial administration variable has a very high level of compliance in the determined scale. The results generated from the dimensions that make up the variable financial administration establish that companies apply a series of actions, which are focused on achieving a specific financial purpose, optimizing financial resources to achieve the objectives of the organization with greater efficiency and cost effectiveness.
Keywords: Administration, Finance, Organizations, Companies.
La administración financiera es una norma que perfecciona los recursos financieros para el logro de los objetivos de la organización empresarial con mayor eficiencia y rentabilidad. La administración financiera se refiere al uso apropiado del capital, por ello es importante en la empresa tanto para el desarrollo de las inversiones como para las operaciones que se ejecutan. La administración financiera tiene por esencia maximizar el patrimonio de una empresa, mejorando la conducción de sus recursos financieros para el logro de objetivos e incrementación de la rentabilidad y eficacia; por tanto es la disciplina que nos ayuda a planear, producir, controlar y dirigir nuestra existencia económica.
Al igual que las compañías, las personas conciben y gastan sus recursos para alcanzar un objetivo financiero, crecimiento y un mayor bienestar. Existen países donde el nivel de ingresos no es muy alto, pero eso no quiere decir que la riqueza familiar no se pueda aumentar; el problema reside en la falta de administración de los ingresos. La victoria financiera consiste en obtener beneficios mayores, generando un proceso de planeación que logre identificar la realidad situacional, definiendo metas y objetivos en la vida como método de auto-motivación, buscando una razón por la cual ahorrar y en consecuencia alcanzar el éxito a través de decisiones positivas.
En consecuencia, se pueden evitar riesgos y errores, se prevén fondos disponibles para cualquier eventualidad y se evitan posibles endeudamientos; sin embargo, la falta de educación financiera provoca que la mayoría de las personas tengan un deficiente control en sus gastos, sin saber cuánto, cómo ni en qué se gasta, lo que significa vivir al día.
Este trabajo está organizado en cuatro secciones distribuidas de la siguiente manera: La primera sección ofrece una introducción al tema donde es expuesta la motivación del estudio. La segunda sección explica el objetivo general y los objetivos específicos, la tercera la metodología empleada en la porción empírica del estudio; se pone especial énfasis en explicar las decisiones del diseño de la investigación y la medición de las variables. La cuarta sección, es una revisión de la literatura en general que ubica este estudio dentro de la bibliografía de la administración financiera; se ofrece una descripción del modelo general explicitando los contrastes o posturas. La quinta sección presenta las conclusiones por objetivos, de una manera resumida y general.
Según Robles (2012 pág. 10), “la administración financiera es una disciplina que optimiza los recursos financieros para el logro de los objetivos de la organización con mayor eficiencia y rentabilidad”. Se refiere al uso adecuado del dinero, por ello es importante en la organización tanto para el desarrollo de las operaciones como para las inversiones que se realizan.
Añade el autor, para las empresas privadas, en las que el propósito es el fin lucrativo, en este caso, obtener ganancias financieras, los recursos financieros se convierten en los más importantes, ya que el objetivo es hacer más dinero con el que aportan los socios o accionistas. Es necesario hacer una distinción entre las finanzas y la administración financiera: las finanzas se refieren únicamente a la función financiera, es decir, al manejo de los recursos monetarios; y la administración financiera, hace referencia al trabajo coordinado para manejar adecuadamente los recursos financieros.
El administrador financiero, que es el responsable del manejo del recurso financiero, debe contestar ciertos cuestionamientos para saber si realmente está haciendo su función o no. Con la administración financiera se deben contestar varias preguntas:
Para Van Horne (2010 pág. 2), “la administración financiera se ocupa de la adquisición, el financiamiento y la administración de bienes con alguna meta global en mente. Así, la función de decisión de la administración financiera puede desglosarse en tres áreas importantes: decisiones de inversión, financiamiento y administración de bienes.”
En este orden de ideas, Gitman y Zutter (2012 pág. 3), afirman que: “la administración financiera se refiere a las tareas del gerente financiero de la empresa.” Los gerentes financieros administran los asuntos financieros de todo tipo de organizaciones, tanto privada como públicas, grandes y pequeñas, lucrativas o sin fines de lucro.
Sobre el asunto, agregan los autores, la administración financiera involucra tareas financieras tan diversas como el desarrollo de un plan financiero o presupuesto, el otorgamiento de crédito a clientes, la evaluación de gastos mayores propuestos, y la recaudación de dinero para financiar las operaciones de la organización.
En los últimos años, varios factores han incrementado la importancia y complejidad de las tareas del gerente financiero, quienes desarrollan e implementan activamente estrategias corporativas orientadas al crecimiento de la empresa y a la mejora de su competitividad entre estos factores se encuentran la reciente crisis financiera global y las respuestas de las autoridades, el incremento en la competencia y los cambios tecnológicos.
Dentro de este marco, se fijará posición con Robles (2012), dado que las funciones esenciales de la administración financiera se desglosan de la siguiente manera: administración financiera del capital de trabajo, tesorería, inventario y cuentas por cobrar. Por ende, en la administración financiera en organizaciones empresariales, se llevan acciones responsables, a partir de las cuales se convierten en funciones principales dirigidas para determinar el crecimiento sostenido de los fondos, manejando de esta forma la administración de la misma en la optimización de sus operaciones.
De acuerdo con Robles (2012), la utilización de estados financieros es una actividad básica para las empresas, ya que implica una evaluación de la información financiera, la importancia de los estados financieros para su respectivo análisis no es solamente la aplicación de una fórmula y obtener un resultado, es interpretar adecuadamente los números y generar soluciones para mejorar o remediar ciertas situaciones que se presenten en la empresa.
Según, Van Horne (2010 pág. 128), los estados financieros permiten el análisis financiero de la organización, que consiste en el arte de transformar los datos de los estados financieros en información útil para tomar una decisión informada.
Para Córdoba (2012), los estados financieros son documentos que se preparan en la empresa al terminar cada ejercicio contable, para conocer su situación financiera y sus resultados económicos, son resúmenes esquemáticos que incluyen cifras, rubros y clasificaciones, habiendo de reflejar hechos contabilizados, convencionalismos contables y criterios de las personas que lo elaboran.
Agrega el autor, los estados financieros constituyen el producto final de la contabilidad, ellos describen la situación económica y financiera de una empresa, donde el sistema contable presenta la información acerca de la posición de la organización a través de los estados financieros, para que estos sean útiles y fidedignos deben ser preparados en el tiempo oportuno y ser certificados por auditores profesionales.
El investigador se identifica con los postulados de Robles (2012), debido a que es evidente que a través de los estados financieros, permitan realizar análisis económicos y financieros, donde sale a relucir la situación real de la entidad, por lo tanto es la herramienta inicial dentro del largo proceso de la toma de decisiones para la aplicación de la estrategia en aquellas áreas en las cuales la organización, deben redimensionar su accionar con vistas a solucionar las debilidades detectadas.
Según Robles (2012), es un estado financiero que presenta la situación financiera de una entidad, en el que se muestran los bienes y derechos que son propiedad de la empresa (activos), las deudas y obligaciones contraídas por la empresa (pasivos) y el patrimonio de los socios o accionistas (capital contable), y se indican a una fecha determinada.
A su vez, Córdoba (2012), sostiene que es el informe contable que representa la situación financiera de la empresa con indicación de sus propiedades y derechos, sus obligaciones y su capital, valorada y elaborada de acuerdo con los principios de contabilidad generalmente aceptados. También se le conoce como estado de situación financiera, estado de inversiones, estado de recursos y obligaciones, estado de activo, pasivo y capital. Señala Van Horne (2010 pág. 128), el balance general es “un resumen de la posición financiera de una empresa en una fecha dada que muestra que activos totales es igual a los pasivos totales más capital de accionistas.”
Por su parte, Gitman y Zutter (2012 pág. 56), afirman que “el balance general presenta un estado resumido de la situación financiera de la empresa en un momento específico. El estado sopesa los activos de la empresa (lo que posee) contra su financiamiento, que puede ser deuda (lo que debe) o patrimonio (lo que aportan los dueños).”
A opinión del investigador, señala que el balance general es un estado financiero donde se plasma los activos, pasivos y el capital contable para un período determinado, siendo así se fijará posición con Robles (2012), debido a que sintetiza la posición financiera de la empresa a través de las cuentas mencionadas.
Según Robles (2012), el estado de resultados es un documento contable que presenta cómo se obtuvieron los ingresos, los costos y los gastos, y la forma en la que se obtuvo la utilidad o la pérdida neta como resultado de las operaciones de una entidad durante un periodo determinado.
A su vez, Córdoba (2012), afirma que el estado de resultados muestra los ingresos y los egresos así como la utilidad o pérdida resultante de las operaciones de una empresa durante un período de tiempo determinado, es un estado dinámico que refleja actividad, es acumulativo, ya que resume las operaciones de la compañía desde el inicio hasta la finalización del período, también se le como estado de rentas y gastos, estado de ingresos y egresos, estado de utilidades.
Por otro lado Van Horne (2010 pág. 129), sostiene que el estado de resultados es el “resumen de los ingresos y gastos de una empresa en un periodo específico, que concluye con los ingresos o pérdidas netas para ese periodo.”
Por su parte, Gitman y Zutter (2012 pág. 53), “el estado de pérdidas y ganancias o estado de resultados proporciona un resumen financiero de los resultados de operación de la empresa durante un periodo específico.” A criterio del investigador, se identifica con la posición de Robles (2012), debido a que el estado de resultados muestra información acerca de la empresa, en cuanto a si generó utilidad o pérdida para un período determinado basándose en los ingresos, costos y gastos.
Según Robles (2012), es un estado financiero basado en el flujo de efectivo, y que muestra la procedencia de los recursos, ya sea que la misma operación normal los genere o se consigan mediante financiamientos; también señala el destino de esos recursos, ya sea a la inversión en activos o los observe la misma operación normal de la empresa.
Córdoba (2012), sostiene que el estado de cambios en la situación financiera, resulta de la comparación del balance general en dos fechas determinadas, mostrando donde obtuvo la empresa los recursos financieros y qué destino les dio, también se conoce como estado de fuentes y usos, estado de origen y aplicación de fondos o estado de flujo de fondo.
De igual modo, Van Horne (2010), señala que el estado de cambios en la posición financiera también se conoce como fuentes y usos del estado de fondos o un estado de variaciones en el capital contable, lo define como un resumen de los cambios en la posición financiera de la empresa de un periodo a otro.
Dentro de este marco, el investigador expone, cuando se muestran los recursos financieros de la empresa, indistintamente si proviene de un financiamiento o de sus operaciones cotidianas se debe realizar a través de un flujo de efectivo. En razón a ello, se fijará posición con Robles (2012), debido a que el autor menciona los señalamientos anteriores, donde particularmente debe mostrar el destino de la futura inversión.
Según Robles (2012), es un documento contable que muestra un análisis de los cambios en las cuentas de capital, es decir, en los cambios en la inversión de los propietarios durante un período determinado. A su vez, Córdoba (2012), sostiene que el estado de cambios en el capital de trabajo, muestra los cambios que entre dos fechas determinadas ha experimentado el capital de trabajo neto de una empresa considerando las fuentes y usos ajenos al mismo capital de trabajo que originan tales cambios, también se conoce como estado de conciliación del capital de trabajo, estado de fuentes y usos de capital de trabajo o estado de origen y aplicación de capital de trabajo.
Para Horngren, Harrison Jr. y Oliver (2010), señalan que el estado de capital contable del propietario indica los cambios en el capital contable del propietario durante un periodo, como un mes, un trimestre o un año. El único incremento en el capital contable del propietario proviene de la utilidad neta, es decir, los ingresos exceden a los gastos y los decrementos en el capital contable del propietario son resultado de retiros y pérdida neta, donde los gastos exceden a los ingresos.
En razón a ello, se fijará posición con Robles (2012), debido a que el autor menciona a través de los señalamientos anteriores, donde el estado de variaciones en el capital contable indica los cambios para un periodo determinado, es decir, los cambios en la inversión de los propietarios.
Según Robles (2012), es un estado financiero que se utiliza para las empresas industriales y que muestra la inversión en cada uno de los elementos que participan en la elaboración de un producto, y después la venta de éste a precio de costo. Señala Horngren (2012), es un estado financiero secundario que muestra el movimiento del costo de las unidades terminadas y vendidas durante un periodo determinado, es dinámico porque refleja actividad y muestra un resultado final al cabo de una fecha específica.
Por su parte, Polimeni, Fabozz, y Adelberg (2013), es el estado financiero que muestra la integración y cuantificación de la materia prima, mano de obra y gastos indirectos que nos ayuda a valorar la producción terminada y transformada para conocer el costo de su fabricación. A criterio del investigador, se identifica con la posición de Robles (2012), dado que este tipo de estado financiero detalla todos los elementos vinculados con la fabricación del producto, donde, posteriormente se estimará el costo.
Córdoba (2012), el capital de trabajo es un elemento fundamental para el progreso de las empresas, pues mide en gran parte el nivel de solvencia y asegura un margen de seguridad razonable para las expectativas de los gerentes y administradores de alcanzar el equilibrio adecuado entre los grados de utilidad y el riesgo que maximizan el valor de la organización. La definición más común de capital de trabajo que se utiliza es la diferencia entre los activos circulantes y pasivos circulantes de una empresa.
También afirma el autor, lo que da origen y la necesidad del capital de trabajo, es la naturaleza no sincronizada de los flujos de caja de la empresa. Esta situación tiene lugar debido a que los flujos de caja provenientes de los pasivos circulantes (pagos realizados) son más predecibles que aquellos que se encuentran relacionados con las entradas futuras a caja, pues resulta difícil predecir con seguridad la fecha en que los activos como las cuentas por cobrar y los inventarios que constituyen rubros a corto plazo se convertirán en efectivo.
Vinculado al concepto, mientras más predecibles sean las entradas a caja, menor será el nivel de capital de trabajo que necesitará la empresa para sus operaciones. La incapacidad que poseen la mayoría de las empresas para igualar las entradas y los desembolsos de caja hacen necesario mantener fuentes de entradas de caja (activos circulantes) que permitan cubrir ampliamente los pasivos circulantes.
En torno a este punto indica Van Horne (2010, p.206), cuando los contadores usan el término capital de trabajo, en general se refieren al capital de trabajo neto, la define como “la diferencia de dinero entre los activos corrientes y los pasivos corrientes”. Ésta es una medida del grado en el que la empresa está protegida contra los problemas de liquidez. Sin embargo, desde un punto de vista administrativo, tiene poco sentido hablar de intentar manejar activamente una diferencia neta entre los activos y los pasivos corrientes, en particular cuando esa diferencia cambia de manera continua.
Por otro lado, los analistas financieros, cuando hablan de capital de trabajo, se refieren a activos corrientes o circulantes. Por lo tanto, su atención está en el capital de trabajo bruto que el mismo autor la define como “inversión de la empresa en activos corrientes como efectivo, valores comerciales e inventario”. (Van Horne. 2010, p.206).
Las ideas expuestas, tiene sentido para los gerentes financieros participar en la tarea de proveer la cantidad correcta de activos corrientes para la empresa en todo momento estos adoptan el concepto de capital de trabajo bruto, conforme se desarrolle el estudio de la administración del capital de trabajo, el interés se centrará en considerar la administración de los activos corrientes de la empresa.
A su vez, para Gitman y Zutter (2012, p.544), “la importancia de una administración eficiente del capital de trabajo es incuestionable, ya que la viabilidad de las operaciones de la empresa depende de la capacidad del gerente financiero para administrar con eficiencia las cuentas por cobrar, el inventario y las cuentas por pagar”.
A este respecto, la meta de la administración del capital de trabajo o administración financiera a corto plazo es administrar cada uno de los activos corrientes de la empresa como el inventario, cuentas por cobrar, valores negociables y efectivo; así como los pasivos corrientes documentos por pagar, deudas acumuladas y cuentas por pagar, para lograr un equilibrio entre la rentabilidad y el riesgo que contribuya a aumentar el valor de la empresa.
En relación con las implicaciones, cuando los activos corrientes exceden a los pasivos corrientes, la empresa tiene un capital de trabajo neto positivo y cuando los activos corrientes son menores que los pasivos corrientes, la empresa tienen un capital de trabajo neto negativo, se evidencia que autor mencionado no hace una distinción con respecto al capital de trabajo bruto.
Con base en dichos aportes, el investigador señala que administración del capital de trabajo es particularmente importante para las empresas pequeñas, porque aunque pueden minimizar su inversión en activos fijos arrendando plantas y equipos, no pueden evitar la inversión en activos circulantes. Además poseen un acceso relativamente limitado al mercado de capital a largo plazo, por tanto deben basarse sólidamente en el crédito comercial y en los préstamos bancarios a corto plazo, ambos afectan al capital de trabajo pues aumentan los niveles de pasivos circulantes de la empresa.
Por ello, se fijará posición con Gitman y Zutter (2012), dado que la administración del capital de trabajo persigue lograr un equilibrio entre la rentabilidad y el riesgo que contribuya a aumentar el valor de la empresa.
A este aspecto Gitman y Zutter (2012), mencionan que la conversión de los activos corrientes del inventario a cuentas por cobrar y, luego, a efectivo da como resultado el efectivo que se usa para pagar los pasivos corrientes, los desembolsos de estos para el pago de los pasivos corrientes son relativamente previsibles. Ahora, cuando se incurre en una obligación, la empresa por lo general sabe cuándo se vencerá el pago correspondiente, lo que es difícil de predecir son las entradas de efectivo, es decir, la conversión de los activos corrientes a formas más líquidas. Cuanto más predecibles sean sus entradas de efectivo, menor será el capital de trabajo neto que requerirá una organización.
Los mismos autores señalan, que como la mayoría de las empresas no son capaces de conciliar con certeza las entradas y salidas de efectivo, por lo regular se requiere de activos corrientes que rebasen el monto de las salidas, para así estar en condiciones de saldar los pasivos corrientes. En general, cuanto mayor sea el margen con el que los activos corrientes de una compañía sobrepasan a sus pasivos corrientes, mayor será la capacidad de esta para pagar sus cuentas a medida que se vencen.
De acuerdo con el Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP) citado por Robles (2012 p.50), “el activo circulante es el conjunto o segmento importante cuantificable de los beneficios futuros fundadamente esperados y controlados por una entidad, representados por efectivo, derechos, bienes o servicios, como consecuencia de transacciones pasadas o de otros eventos ocurridos”.
Entonces, el activo circulante se refiere a, las partidas que significan efectivo, y que de acuerdo al grado de disponibilidad se espera que se vuelvan líquidos está conformado por aquellos bienes que pertenecen la empresa y que tienen alto grado de disponibilidad, es decir, existen algunos bienes que son recursos monetarios y otros que se pueden convertir muy fácilmente en efectivo.
Horngren, Harrison Jr. y Oliver (2010), señalan que los activos circulantes se convertirán en efectivo, se venderán o se usarán durante los siguientes doce meses, o dentro del ciclo operativo del negocio si tal ciclo es mayor que un año. El ciclo operativo es el intervalo de tiempo en que: se usa efectivo para adquirir bienes y servicios, estos se venden a los clientes y posteriormente la empresa cobra este efectivo. Para la mayoría de las empresas el ciclo operativo es de algunos meses, donde, el efectivo, cuentas por cobrar, suministros y gastos pagados por adelantado son activos circulantes.
En razón a ello, el investigador dilucida que los activos circulantes de una empresa se convierten en líquidos en menos de un año o durante su ciclo operativo, de esta manera, se fija posición con Gitman y Zutter (2012), donde mencionan que cuanto mayor sea el margen con el que los activos corrientes de una compañía sobrepasan a sus pasivos corrientes, mayor será la capacidad de esta para pagar sus cuentas a medida que se vencen.
Según Gitman y Zutter (2012), los pasivos circulantes son obligaciones que vencen dentro de un año o dentro del ciclo operativo de la compañía, cuando tal ciclo es de más de un año. Los pasivos espontáneos surgen de la operación normal de un negocio. Por ejemplo, cuando un minorista realiza un pedido de bienes para inventario, el fabricante de esos bienes normalmente no exige el pago inmediato, sino que otorga un préstamo a corto plazo que aparece en el balance general del minorista en el rubro de cuentas por pagar, cuanto mayor sea el número de bienes que solicite el minorista, mayor será el saldo de las cuentas por pagar.
Por otro lado, los citados autores afirman, que en respuesta al incremento de las ventas, también se incrementan las deudas acumuladas de la empresa, ya que los salarios se elevan debido a los mayores requerimientos de mano de obra, así como, los impuestos aumentan como resultado de mayores ganancias. Por lo general, ambos pasivos son formas de financiamiento a corto plazo sin garantía, es decir, financiamiento a corto plazo que se obtiene sin dar en garantía activos específicos como colateral, deben canalizar y aprovechar estas fuentes de financiamiento a corto plazo sin garantía siempre que sea posible.
Por su parte Van Horne (2010, p.282), “indica que el financiamiento a corto plazo se puede clasificar de acuerdo con el hecho de que la fuente sea espontánea o no.” Las cuentas por pagar y los gastos acumulados se clasifican como espontáneos porque surgen de manera natural de las transacciones diarias de la empresa, su magnitud es principalmente una función del nivel de las operaciones de una compañía.
A su vez, conforme las operaciones se expanden, estas deudas suelen incrementarse y financiar parte de la acumulación de activos. El autor mencionado recalca que aunque todas las fuentes espontáneas de financiamiento se comportan de esta manera, todavía queda cierto grado de criterio por parte de una compañía para definir la magnitud exacta de este financiamiento.
Horngren, Harrison Jr. y Oliver (2010), señalan que los pasivos circulantes deben pagarse ya sea con efectivo, o con bienes y servicios dentro de un año, o dentro del ciclo operativo de la entidad si tal ciclo es mayor que un año. Donde las cuentas por pagar, documentos por pagar que vencen dentro de un año, salarios por pagar, intereses por pagar e ingresos no devengados son todos ellos pasivos circulantes.
Dentro de este marco, el investigador expone que el pasivo circulante está integrado por aquellas deudas y obligaciones a cargo de una entidad económica que tiene un alto grado de exigibilidad, y cuyo plazo de vencimiento es inferior a un año o al del ciclo financiero a corto plazo. En razón a ello, se fijará posición con Gitman y Zutter (2012).
Según Olsina (2009), la gestión de tesorería es el conjunto de técnicas y procedimientos destinados a gestionar óptimamente los fondos monetarios de la empresa, persiguiendo los siguientes objetivos:
a) Disminuir las necesidades de financiación del corto plazo, sea a través de mejora de los circuitos, escogiendo los mejores medios de cobro y pago, reduciendo los volúmenes de financiación o concentrado saldos como también posiciones bancarias en un grupo de empresas.
b) Reducir en lo posible los costes financieros mediante negociación de las mejores condiciones con las entidades financieras, o bien utilizando los instrumentos adecuados de financiamiento a corto plazo.
c) Rentabilizar los excedentes de fondos monetarios mediante los instrumentos adecuados, tanto en el ámbito de la empresa como en los mercados monetarios.
d) Atender en todo momento y en las mejores condiciones de las obligaciones monetarias a fin de asegurar la liquidez de la empresa.
Para Robles (2012), el concepto de tesorería se refiere al área de una empresa donde se maneja el recurso monetario, donde se incluyen básicamente la cobranza, la gestión de los depósitos bancarios, la ejecución de pagos a proveedores, a acreedores o deudas a corto plazo, y su función primordial es contar con el recurso monetario suficiente para disponer y realizar las operaciones de acuerdo a la actividad de la empresa.
Dentro del ciclo financiero de tesorería que debe tener una empresa se deben analizar los días en los que se efectúan los pagos de todas las obligaciones a corto plazo y los días de cobro de todos los derechos a corto plazo, los cuales deben ser similares o sería mejor si a la empresa le pagan en menos tiempo, y de esta manera no financiar las operaciones con sus recursos.
Por su parte, Córdoba (2012), considera que la función de tesorería o el tesoro es un elemento indispensable dentro de una organización para mantener un capital de trabajo que evite complicaciones en el ciclo productivo empresarial que pueda ocasionar severos inconvenientes no solo en el corto plazo, sino en operaciones futuras que harían inviable el funcionamiento y la supervivencia de la organización como tal.
Una buena tesorería se basa en que la empresa obtenga beneficios y que la gestión financiera y general de la empresa, se haya planteado con toda seriedad. La tesorería financia todo el ciclo productivo en toda empresa en marcha produciéndose una circulación continua de capital, que discurre desde el propio dinero metálico que se mantiene en caja y bancos, los bienes materiales (inventarios equipos y edificios), y los activos financieros semilíquidos (cuentas por cobrar), los que finalmente terminan convirtiéndose en efectivo.
Desde el punto de vista del investigador, los recursos monetarios son básicos para el logro de los objetivos de las empresas, ya que con este recurso se pueden financiar todas las operaciones que se necesitan, así como también las inversiones en diversos activos, en particular cumplir con las obligaciones a medida que estas se venzan.
Teniendo en cuenta lo planteado, se considera de esta manera fijar posición con los postulados de Olsina (2009), por representar de forma concisa cada uno de los elementos que componen la administración de tesorería. Así pues, debe entenderse que la gestión de tesorería debe permitir aportar información agregada de los principales indicadores como los saldos bancarios, las conciliaciones, los impagos. De esta forma, se pueden llegar a minimizar los posibles riesgos de la empresa en cuanto a los recursos que entran y que pueden salir, particularmente las empresas
Brealey, Myers y Allen (2010), afirman que el paso final en la administración de crédito es cobrar el importe, cuando un cliente se atrasa, el procedimiento usual es enviar un estado de cuenta y seguirlo a intervalos con cartas o llamadas telefónicas cada vez más insistentes. Si ninguna de estas medidas tiene efecto, la mayoría de las compañías transfiere la deuda a un agente de cobranza o a un abogado.
Las grandes empresas pueden cosechar economías de escala relacionadas con el mantenimiento de registros, facturación, etc., pero una pequeña empresa puede no estar en condiciones de contar con un área de crédito bien desarrollada, dicho de otra manera, la gestión de cobro es aquella actividad que comienza después de una venta a crédito.
Por su parte, Olsina (2009), la gestión de cobros es como la savia que alimenta la empresa, puesto que si este flujo de entrada de fondo se acorta o simplemente se retrasa, la empresa puede sufrir tensiones financieras o incluso perecer, también, señala que en términos generales, cobranza se refiere a la percepción de dinero, en concepto de la compra o el pago por el uso de algún servicio.
Añade el autor, es la etapa final de las actividades llevadas a cabo por la organización, lo cual le permite la recuperación de los fondos invertidos y la administración de recursos disponibles para afrontar las obligaciones contraídas, o para ejecutar nuevas inversiones siempre y cuando se sincronicen los cobros y los pagos generados, donde posteriormente reflejarán un saldo positivo en tesorería.
En este sentido, Escribano (2011), indica que el flujo de cobro está representado por el proceso formal mediante el cual se tramita el cobro de una cuenta por concepto de la compra de un producto o el pago de algún servicio. Esto incluye el pago de documentos como facturas, pagarés, letras de cambio, otros títulos valores. Se dice que la venta se realiza cuando se hace el cobro respectivo, y es tan cierta esta frase, que cualquier empresa comercial mantiene un adecuado capital de trabajo, cuando genera efectivo por parte del pago de sus clientes; por lo tanto, se considera la labor de cobranza de gran importancia en la administración financiera.
En definitiva, los flujos de cobro se refieren a los ingresos líquidos posterior a unas ventas realizadas de contado o crédito, que permitan mantener los niveles de liquidez de esta manera, se fija posición con Olsina (2009), dado que manifiesta que el flujo de cobro permita garantizar el flujo de caja necesario para cubrir los costos y gastos tantos fijos como variables, garantizando la correcta operación de la organización.
Para Olsina (2009), consiste en tener iniciativa y escoger un instrumento que implique su realización lo más tarde posible, en condiciones prácticas empresariales, naturalmente sin caer en demora o demostrar ante terceros la imaginación de tener problemas de liquidez, constituye parte del flujo monetario de la empresa (salidas). En concordancia con lo anterior, es fundamental que en una organización exista una gestión de pago que permita establecer con los proveedores realizar las compras a través de un financiamiento, donde se pueda negociar la recepción de la mercancía hasta su fecha de pago.
Por su parte, Santandreu (2012), explica la gestión de pagos como: maximizar el período de tiempo que media desde la recepción de la mercancía hasta el pago efectivo de la misma, menciona el proceso administrativo de pagos, que comprende: recepción de la mercancía, fecha de la factura, recepción de la factura, contabilización, pago en la fecha de vencimiento.
De allí, Escribano (2011), explica que es un conjunto de operaciones necesarias para cancelar una obligación contraída, lo cual acarrea una disminución de disponibilidades y por consiguiente también se producirá una disminución de deudas, un pago se origina mediante la existencia de una obligación hacia un tercero y puede estar representada tanto en una cuenta a pagar como en un documento, y produce el egreso de activos, ya sea dinero o de un cheque.
Dentro de este marco, el investigador expone que una salida de dinero de la empresa para hacer frente a alguna obligación adquirida, representa un flujo de pago, de esta forma, la importancia que posee el flujo de pagos en la gestión de tesorería, paralelamente a un correcto flujo de operaciones de la empresa, con la finalidad de cumplir con los compromisos en los lapsos previstos.
En razón a ello, se fijará posición con Olsina (2009), debido a que el administrador financiero persigue cumplir con las obligaciones contraídas generando un alto nivel de credibilidad empresarial respecto a la puntualidad y nivel de cumplimiento para con sus obligaciones, especialmente en las empresas.
Epistemológicamente el estudio está enmarcado en un paradigma positivista, con enfoque cuantitativo en virtud de que según Pelekais et al., (2015), el dato es la expresión concreta que simboliza una realidad y asume la objetividad como única vía para alcanzar el conocimiento. Además continúan afirmando los autores, la finalidad de la investigación es explicar, predecir, controlar los fenómenos y verificar teorías.
Según lo que plantea Arias (2012), la metodología cuantitativa se fundamenta en la construcción y medición de dimensiones, indicadores e índices de variables, y los datos deben responder a estos factores, por lo cual tendrán validez si son verificables o no, lo cual quiere decir que deben ser observados y contrastados de alguna forma. La objetividad del investigador frente a la realidad y los hechos que investiga es el factor fundamental en este enfoque investigativo.
La metodología utilizada es de tipo descriptivo, de campo, no experimental, sobre los estudios explicativos de Hernández, Fernández y Baptista (2017), quienes afirman que las investigaciones de tipo descriptiva, indagan para detallar las propiedades, las características, los perfiles de personas, grupos, comunidades, procesos u objetos que se someta a un análisis. Es indicar, que solamente intentan precisar o acumular información de modo independiente para agruparlos, sobre los conceptos o las variables a las que se describen, sus propósitos no es demostrar cómo se vinculan entre sí.
La población es de tipo finita por cuanto está conformada por 18 sujetos de instituciones privadas, fue elabora un instrumento el cual fue validado utilizando el juicio de cinco (5) expertos, para determinar la confiabilidad, se aplicó el coeficiente Alfa de Cronbach arrojando un resultado de 0,86 se utilizó para la discusión de los resultados una estadística descriptiva.
Este aspecto reseña el análisis e interpretación de los datos recolectados mediante la aplicación de la encuesta sobre la relación de la administración financiera en organizaciones empresariales. Los datos obtenidos se presentan en tablas, donde se observaron los valores de frecuencias absolutas y relativas de las respuestas proporcionadas por la población objeto de estudio, además de la media aritmética alcanzada para la dimensión y los indicadores.
De acuerdo a ello se hace la interpretación a cada dimensión por separado, por cuanto cada una tiene aspectos distintos respectivos a la variable administración financiera; tomando en consideración los conceptos teóricos pertinentes, con el fin de confrontar los resultados con los señalamientos hechos por los autores, permitiendo dar cumplimiento a cada uno de los objetivos específicos de la investigación.
Tabla 1. Estados financieros
Indicador: Balance General
Fuente: Elaboración propia (2019).
Después de los datos presentados para la tabla 1, correspondiente a la dimensión Estados Financieros, se expresan los siguientes resultados para el indicador balance general, donde se observó que el 38,89% de los sujetos encuestados respondieron siempre, un 33,33% la opción casi siempre, completaron un 16,67 % que afirmaron algunas veces, posteriormente un 7,41% la opción casi nunca y 3,70% la opción nunca.
Obteniendo una media de 3.96 lo cual lo califica como de alto cumplimiento dentro del baremo planteado, lo cual indica que en las organizaciones empresariales se expresa su situación financiera a través de sus obligaciones contraídas, bienes y capital de los accionistas en un período específico.
Así pues, después de analizar el indicador balance general, los resultados encontrados coinciden con la definición establecida por el autor Robles (2012), quien afirma que es un estado financiero que presenta la situación financiera de una entidad, en el que se muestran los bienes y derechos que son propiedad de la empresa (activos), las deudas y obligaciones contraídas por la empresa (pasivos) y el patrimonio de los socios o accionistas (capital contable), y se indican a una fecha determinada.
Indicador: Estado de Resultado
Con respecto, a los datos pertenecientes al indicador estado de resultado se obtuvieron los siguientes valores: el 33,33% de los sujetos encuestados respondió casi siempre, el 22,22% afirman que siempre, mientras que el 18,52 % indicó que algunas veces, posteriormente un 14,81% la opción casi nunca y 9,26% la opción nunca, donde se observa una tendencia positiva en cuanto al indicador descrito.
Por consiguiente, el promedio de este indicador, arrojado mediante al cálculo de la media aritmética fue de 3.48, el cual al compararlo con el baremo está ubicado en la categoría de alto cumplimento, donde se discierne que las organizaciones empresariales expresa a través de un documento contable los ingresos, los gastos, así como la utilidad neta como resultado de sus operaciones en un lapso determinado.
En base a lo anteriormente descrito, se estima que la categoría de alto cumplimiento para este indicador concuerda con la definición expuesta por el autor Robles (2012), donde el estado de resultados es un documento contable que presenta cómo se obtuvieron los ingresos, los costos y los gastos, y la forma en la que se obtuvo la utilidad o la pérdida neta como resultado de las operaciones de una entidad durante un periodo determinado.
Indicador: Estado de cambios en la situación financiera
En referencia, a los resultados del indicador estado de cambios en la situación financiera, estos fueron los resultados: el 22,22% de los sujetos informantes respondieron casi siempre, el 18,52 % señaló casi nunca y nunca respectivamente, asimismo el 16,67% refirió que algunas veces y un 15,94 % la opción siempre, donde se observa una tendencia positiva en cuanto al indicador descrito.
El promedio arrojado por la media aritmética para este indicador fue de 4.05 el cual ocupa la categoría de alto cumplimiento al compararlo con el baremo correspondiente, se observa que en las organizaciones empresariales muestra a través de un documento contable el flujo de efectivo proveniente de sus operaciones normales, así como de financiamiento y el flujo de efectivo dirigido a la inversión en activos.
Lo anterior concuerda con la definición emitida por Robles (2012), donde sostiene que es un estado financiero basado en el flujo de efectivo, y que muestra la procedencia de los recursos, ya sea que la misma operación normal los genere o se consigan mediante financiamientos; también señala el destino de esos recursos, ya sea a la inversión en activos o los observe la misma operación normal de la empresa.
Indicador: Estado de variaciones en el capital contable
Respecto al indicador estado de variaciones en el capital contable los resultados fueron los siguientes: donde el 24,07 % respondió siempre, casi siempre y algunas veces respectivamente, un 12,96% la opción casi nunca y 11,11% la opción nunca, donde se obtuvo una respuesta positiva por parte de los encuestados.
Por otro lado, se obtuvo una media por indicador de alto cumplimiento de 4.19, al evaluar las respuestas del indicador estudiado se determinó que las empresas estudiadas muestra a través de un documento contable los cambios en las cuentas de capital, los cambios en la inversión de los propietarios, asimismo, muestra los cambios que entre dos fechas determinadas ha experimentado el capital de trabajo neto en estas organizaciones objeto de estudio.
En esta perspectiva, lo anteriormente mencionado concuerda con las exposiciones de Robles (2012), donde afirma que es un documento contable que muestra un análisis de los cambios en las cuentas de capital, es decir, en los cambios en la inversión de los propietarios durante un período determinado.
Indicador: Estado de costo de producción
En relación a los resultados obtenidos en el indicador estado de costo de producción se tiene que el 27,78% de los encuestados respondió a la opción casi siempre, el 24,07 % respondió siempre, un 22,22 % respondió a veces y finalmente un 12,96 % se inclinó por la opción casi nunca y nunca respectivamente.
En relación con el indicador evaluado se obtuvo una media de muy alto cumplimiento de 4.33 puntos, donde se interpreta, que las organizaciones empresariales muestra a través de un documento contable la inversión para la elaboración de sus productos, así como el movimiento del costo de las unidades terminadas y la valoración del mismo.
Lo anterior concuerda por lo sustentado por Robles (2012), donde señala que es un estado financiero que se utiliza para las empresas industriales y que muestra la inversión en cada uno de los elementos que participan en la elaboración de un producto, y después la venta de éste a precio de costo.
Luego de haber analizada cada uno de los indicadores se puede notar que las respuestas en cuanto a la dimensión estados Financieros se ubicaron en promedio en un 24,69% la opción casi siempre y 21.36% la opción siempre, un 20,99% la opción algunas veces, un 14,81 % la opción casi nunca y un 14,20% la opción nunca, con una media de 4.19 lo cual se ubica en un nivel de alto cumplimiento en el baremo establecido para esta investigación.
Lo que indica que en las organizaciones empresariales se expresa su situación financiera a través de sus obligaciones contraídas, bienes y capital de los accionistas en un período específico. También, los ingresos, los gastos, así como la utilidad neta como resultado de sus operaciones. Así como, el flujo de efectivo proveniente de sus operaciones normales, de financiamiento y el flujo de efectivo dirigido a la inversión en activos.
Además, los cambios en las cuentas de capital, de inversión de los propietarios, asimismo, los cambios que entre dos fechas determinadas han experimentado el capital de trabajo neto en estas organizaciones objeto de estudio. Por último, muestra a través de un documento contable la inversión para la elaboración de sus productos, así como el movimiento del costo de las unidades terminadas y la valoración del mismo.
Lo anterior, converge con planteado por Robles (2012), quien indica que la utilización de estados financieros es una actividad básica para las empresas, ya que implica una evaluación de la información financiera, la importancia de los estados financieros para su respectivo análisis no es solamente la aplicación de una fórmula y obtener un resultado, es interpretar adecuadamente los números y generar soluciones para mejorar o remediar ciertas situaciones que se presenten en la empresa
Tabla 2. Capital de trabajo
Indicador: Administración de los Activos Corrientes
Fuente: Elaboración propia (2019).
La tabla. 2 muestra la dimensión Capital de Trabajo, en cuanto al indicador Administración de los Activos Corrientes el 37,04% de los sujetos encuestados respondió la opción casi nunca, el 35,19 % se inclinó por la opción algunas veces y finalmente la opción casi siempre con un 27,78%, donde se refleja una tendencia positiva en cuanto al manejo de los Activos Corrientes.
Presentando una media de 3.74 demostrando un alto cumplimiento por lo cual denota que las organizaciones empresariales convierte los activos corrientes a formas más líquidas para honrar sus obligaciones a la fecha exigida, interpretando que los activos corrientes muestran el margen con que rebasan el monto de las salidas, para así saldar los pasivos corrientes.
Esto concuerda con los sustentos teóricos de Gitman y Zutter (2012), donde mencionan que es la conversión de los activos corrientes del inventario a cuentas por cobrar, luego, a efectivo da como resultado el efectivo que se usa para pagar los pasivos corrientes, los desembolsos de estos para el pago de los pasivos corrientes son relativamente previsibles.
Indicador: Administración del Pasivo Circulante
Para el indicador Administración del Pasivo Circulante el 35,19% de los sujetos encuestados respondió algunas veces, un 22,22% respondió la opción casi siempre y casi nunca respectivamente y un 11,11 % se inclinó por la opción siempre y un 9,26% la opción nunca donde se evidencia que las organizaciones empresariales poseen una tendencia favorable en cuanto al manejo de los Pasivos Corrientes.
Presentando una media de 3.90 demostrando un alto cumplimiento por lo cual denota que las organizaciones empresariales incrementan las deudas acumuladas producto de un aumento en las ventas, también, obtiene financiamiento a corto plazo que se obtiene sin dar en garantía activos específicos, así como aumentan sus deudas para financiar activos que surgen de sus operaciones normales.
Esto concuerda con lo planteado por Gitman y Zutter (2012), quienes señalan que los pasivos circulantes son obligaciones que vencen dentro de un año o dentro del ciclo operativo de la compañía, cuando tal ciclo es de más de un año. Los pasivos espontáneos surgen de la operación normal de un negocio.
Luego de haber analizada cada uno de los indicadores se puede notar que las respuestas en cuanto a la dimensión capital de trabajo se ubicaron en promedio en un 35,19 % la opción algunas veces, un 29,63 % la opción casi nunca, un 25% la opción casi siempre, un 5,56% la opción siempre y un 4,63% la opción nunca con una media de 3.82 lo cual se ubica en un nivel de alto cumplimiento en el baremo establecido para esta investigación.
Donde se observa que las organizaciones empresariales convierten los activos corrientes a formas más líquidas para honrar sus obligaciones a la fecha exigida, interpretando que los activos corrientes muestran el margen con que rebasan el monto de las salidas, para así saldar los pasivos corrientes. Desde la perspectiva de los pasivos corrientes, estas incrementan las deudas acumuladas producto de un aumento en las ventas, también, obtiene financiamiento a corto plazo que se obtiene sin dar en garantía activos específicos, así como aumentan sus deudas para financiar activos que surgen de sus operaciones normales.
Lo planteado anteriormente coincide con lo manifestado por Gitman y Zutter (2012), donde la importancia de una administración eficiente del capital de trabajo es incuestionable, ya que la viabilidad de las operaciones de la empresa depende de la capacidad del gerente financiero para administrar con eficiencia las cuentas por cobrar, el inventario y las cuentas por pagar.
Tabla 3. Administración de tesorería
Fuente: Elaboración propia (2019).
La tabla 3 Muestra la dimensión administración de tesorería, en cuanto al indicador flujo de cobro el 35,19% de los sujetos encuestados respondió la opción casi nunca, el 31,48 % la opción algunas veces, el 18,52% la opción casi siempre y el 14,81% la opción casi nunca, es decir, los resultados evidencian una tendencia en cuanto al movimiento del flujo de cobro, es decir, entradas de efectivo un resultado moderado por parte de las organizaciones empresariales.
Obteniendo una media de 3.26 lo cual lo califica como de moderado cumplimiento dentro del baremo planteado, lo que indica que en las organizaciones empresariales los ingresos líquidos producto de las ventas realizadas no mantienen niveles de liquidez adecuado, medianamente recupera los fondos a tiempo para afrontar las obligaciones contraídas y los flujos de entrada se acortan imposibilitando en el cumplimiento de las obligaciones.
Esto discrepa de los fundamentos teóricos de Olsina (2009), quien señala que la gestión de cobros es como la savia que alimenta la empresa, puesto que si este flujo de entrada de fondo se acorta o simplemente se retrasa, la empresa puede sufrir tensiones financieras o incluso perecer, también, señala que en términos generales, cobranza se refiere a la percepción de dinero, en concepto de la compra o el pago por el uso de algún servicio.
Indicador: Flujo de Pago
En cuanto al indicador flujo de pago el 22,22% de los sujetos encuestados respondió la opción casi siempre y nunca respectivamente, el 18,52 % la opción siempre, algunas veces y casi nunca respectivamente, es decir, los resultados evidencian una alta tendencia en cuanto al movimiento de flujo de pagos.
La media para este indicador es de 3.81 lo cual es de alto cumplimiento en el baremo planteado, donde se observa que las organizaciones empresariales posee iniciativa de escoger instrumento de pago que implique su realización lo más tarde posible, a su vez maximiza el período de tiempo desde la recepción de la mercancía hasta el pago efectivo de la misma, también se evidencia que al presentar problemas de liquidez no incurre en demora de los pagos.
Luego de haber analizada cada uno de los indicadores se puede notar que las respuestas en cuanto a la dimensión administración de tesorería se ubicaron en promedio en un 20,37% la opción casi siempre y 25 % la opción algunas veces, 26,85 % la opción casi nunca y 9,26% la opción siempre con una media de 3.54 lo cual se ubica en un nivel de alto cumplimiento en el baremo establecido para esta investigación.
Donde se puede discernir que en las organizaciones empresariales los ingresos líquidos producto de las ventas realizadas no mantienen niveles de liquidez adecuado, medianamente recupera los fondos a tiempo para afrontar las obligaciones contraídas y los flujos de entrada se acortan imposibilitando en el cumplimiento de las obligaciones. Sin embargo, posee iniciativa de escoger instrumento de pago que implique su realización lo más tarde posible, a su vez maximiza el período de tiempo desde la recepción de la mercancía hasta el pago efectivo de la misma, también se evidencia que al presentar problemas de liquidez no incurre en demora de los pagos.
Esto concuerda con los fundamentos teóricos de Olsina (2009), la gestión de tesorería es el conjunto de técnicas y procedimientos destinados a gestionar óptimamente los fondos monetarios de la empresa, persiguiendo los siguientes objetivos como reducir en lo posible los costes financieros mediante negociación de las mejores condiciones con las entidades financieras, o bien utilizando los instrumentos adecuados de financiamiento a corto plazo.
Tabla 4. Administración financiera
Fuente: Elaboración propia (2019).
La tabla 4 refleja los resultados acerca del comportamiento de la variable Administración Financiera, donde las unidades informantes respondieron en promedio la opción alguna veces 28.84 %, casi siempre 28,01 %, casi nunca 25,21%, siempre 11.54 % y nunca 11,32%. Presentando una media de 3.83 lo cual se ubica en un nivel de alto cumplimiento en el baremo establecido. Donde se observa que en las organizaciones empresariales aplica una serie de acciones las cuales son enfocadas para lograr un propósito financiero específico, optimizando los recursos financieros para el logro de los objetivos de la organización con mayor eficiencia y rentabilidad.
Esto concuerda con los sustentos teóricos de Robles (2012), donde afirma que la administración financiera es una disciplina que optimiza los recursos financieros para el logro de los objetivos de la organización con mayor eficiencia y rentabilidad, esta se refiere al uso adecuado del dinero, por ello es importante en la organización tanto para el desarrollo de las operaciones como para las inversiones que se realizan.
Posterior a la recolección de la información y haber realizado el análisis respectivo, se concluye que para el objetivo identificar los estados financieros utilizados en las organizaciones empresariales, lo que indica que la en las mismas se expresa su situación financiera a través de sus obligaciones contraídas, bienes y capital de los accionistas en un período específico. También, los ingresos, los gastos, así como la utilidad neta como resultado de sus operaciones. Así como, el flujo de efectivo proveniente de sus operaciones normales, de financiamiento y el flujo de efectivo dirigido a la inversión en activos.
Además, se realizan los cambios en las cuentas de capital, de inversión de los propietarios, asimismo, los cambios que entre dos fechas determinadas ha experimentado el capital de trabajo neto en estas organizaciones objeto de estudio. Por último, muestra a través de un documento contable la inversión para la elaboración de sus productos, así como el movimiento del costo de las unidades terminadas y la valoración del mismo.
En relación al objetivo describir la administración financiera del capital de trabajo en las organizaciones empresariales, donde se observa que estas convierten los activos corrientes a formas más líquidas para honrar sus obligaciones a la fecha exigida, interpretando que los activos corrientes muestran el margen con que rebasan el monto de las salidas, para así saldar los pasivos corrientes.
Desde la perspectiva de los pasivos corrientes, estas incrementan las deudas acumuladas producto de un aumento en las ventas, también, obtiene financiamiento a corto plazo que se obtiene sin dar en garantía activos específicos, así como aumentan sus deudas para financiar activos que surgen de sus operaciones normales.
Por otra parte, el análisis del objetivo caracterizar la administración financiera de tesorería en las organizaciones empresariales, donde se puede discernir que en estas organizaciones los ingresos líquidos producto de las ventas realizadas no mantienen niveles de liquidez adecuado, medianamente recupera los fondos a tiempo para afrontar las obligaciones contraídas y los flujos de entrada se acortan imposibilitando en el cumplimiento de las obligaciones.
Sin embargo, posee iniciativa de escoger instrumento de pago que implique su realización lo más tarde posible, a su vez maximiza el período de tiempo desde la recepción de la mercancía hasta el pago efectivo de la misma, también se evidencia que al presentar problemas de liquidez no incurre en demora de los pagos.
Los resultados presentados de las dimensiones que conforman la variable administración financiera permiten concluir que esta tiene un alto cumplimiento en el baremo establecido, donde se observa que las organizaciones empresariales aplican una serie de acciones las cuales son enfocadas para obtener un propósito financiero específico, optimizando los recursos financieros para el logro de los objetivos de la organización con mayor eficiencia y rentabilidad.
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Revista Global Negotium
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